Crónicas Arkinas: SAN FERNANDO 2 ARQUITECTURA 1. BALAS QUE PICAN CERCA.

FOTO DE PAULA OTTONE
Por Hugo Tajes
Por Hugo Tajes

Tarde nublada en el club Ciudad, un atrevido vientito bajaba alternadamente la sensación climática. La incógnita era si las jugadoras de Sanfer y Arqui, podrían escapar al melancólico día y poner en marcha los motores de entrada.

En el comienzo fue el equipo de la zona norte el que mejor se plantó en el terreno, hasta los 7 minutos aproximadamente, encontró ruta de pases y espacios para avanzar, pero a partir de allí el equipo de Agronomía, corrigió el bloqueo y comenzó a progresar.

Las jugadas favorables a las arkinas se fueron sucediendo, pero la apertura del marcador no llegó. En el minuto 30′ San Fernando, tuvo todo junto, primer corto, primer remate al arco y primer gol, a través de Bustos, quien convirtió con remate a la izquierda de Pereyra Balbi.

 

FOTO DE PAULA OTTONE
FOTO DE PAULA OTTONE

El entretiempo sirvió para ordenar ideas en ambos equipos y para abrigar el espíritu de este cronista,  gracias a unas calentitas colaciones.

El segundo tiempo trajo más y más ataques arkinos, los bochazos picaban cerca del arco sanfernandino y seguían de largo, una tras otra se desaprovechaban las situaciones de gol.

San Fernando, inmutable aprovechó ese regalo de goles y otro más que dió la defensa de Arquitectura, que nunca terminó de despejar una bocha, hasta que Lozzia con remate a la izquierda, estableció el 2 a 0 parcial, a los 15′ de la etapa final.

A pesar de seguir generando ocasiones de gol, Arquitectura sólo arribó al descuento, luego de una serie de rebotes a la salida de un fijo, cuando Ludmila Niño, marcó el 2 a 1 definitivo.

El resultado premia a Sanfer por su oportunismo, que le permite estar en posiciones de vanguardia y significa una luz de alerta para Arqui, ya que no puden desaprovecharse tantas ocasiones de gol, si pretende continuar en su camino de play off.

El final del partido, con  el viento ya más impiadoso con los friolentos espectadores, encontró a este relator, escribiendo la crónica con un humeante tecito en mano y un tentempié caliente, para amenizar el posterior regreso a casa.