Llevar el hockey a las villas: una forma de motivar a las chicas y alejarlas de la calle

Fuente: La Nacion; cronista: Micaela Urdinez

Camila Méndez es una de las 1350 jóvenes de contextos vulnerables que forman parte de El Puente Posible

Camila Méndez saca las botellas de gaseosa de la heladera y las pone en una mochila, que completa con 50 alfajores. Luego busca las bolsas de palos y bochas de hockey, y las ordena con paciencia. Es martes a las 17 y se prepara para ir a entrenar a las chicas del Barrio Lamadrid, en Lomas de Zamora.

Camila camina por las calles del Barrio Lamadrid, en Lomas de Zamora. Foto: LA NACION / Fabián Marelli

Ella tiene 18 años y también aprendió ese deporte en Lamadrid, en cuyo equipo hoy es jugadora. Además coordina esa actividad en el barrio Amelia, donde es liderada por El Puente Posible. Esta organización social está presente allí y en otros 30 clubes barriales del conurbano bonaerense y de las provincias de Chaco, Formosa y Santiago del Estero. Así, la entidad consigue acercar el hockey, la educación y los hábitos de vida saludables a 1350 chicas de contextos vulnerables.

“Es el único deporte en el que duré tanto. El que más siento y amo. Aprendí mucho porque antes mi conducta era muy fea. Peleaba mucho, contestaba”, confiesa Camila. “Ahora estoy más con mis compañeras, hablo y me expreso mejor, no peleo. Todo lo que aprendí trato de enseñárselo a las más chicas.”