Tucumán Caballeros: MAXIMILIANO GONZÁLEZ, HIPOACÚSICO: JUEGA EN SERIO Y REGALA SONRISAS

El deportista sorteó todas las barreras y vive corriendo con el stick tras una bocha; pateando la pelota de fútbol y haciendo felices a los niños.

(Fuente: La Gaceta)

Es hipoacúsico, pero escucha y hace lo que le dice el corazón. En 2013 integró el plantel de la FAFS (Federación Argentina de Fútbol Silencioso), del que se alejó hace cinco años porque prefirió dedicarse de lleno a sus estudios. También formó parte del seleccionado nacional de hockey para sordos. Actualmente integra el plantel de la Asociación Tucumana de fútbol para sordos y es Payamédico. Cuando era niño le gustaba hacerse el gracioso y se divertía con eso, una cualidad que utiliza para hacer feliz a los pequeños que están internados en los hospitales y robarles una sonrisa.

Maximiliano González tiene 26 años, estudia profesorado de Educación Física. Su pasión por el deporte lo llevó a elegir esta carrera. Le quedan cinco materias finales y dos cursantes para recibirse. A los cinco años perdió la audición de su oído derecho, pero es tanta la pasión que siente por los deportes que no fue impedimento para que hoy disfrute y se divierta jugando al hockey en la Primera división del club Central Córdoba.

Comenzó a correr tras una bocha en el equipo de Ipef Norte Argentino y desde febrero de este año juega en el equipo “Azurro”.

– ¿Por qué elegiste jugar al hockey además del fútbol?

– Porque es un lindo deporte, lo mismo que el fútbol. En 2010 ingresé al Ipef Norte Argentino para estudiar el Profesorado de Educación Física. Me llamó el profesor Walter Gómez para integrar el equipo de hockey de Ipef. Jugué desde 2010 hasta 2012. Luego dejé porque me convocaron al seleccionado nacional de fútbol. En 2014 volví a jugar en Ipef hasta el año pasado que me fiché en ‘CC’.

– ¿Te volvieron a convocar para el seleccionado nacional de hockey para sordos?

– Si. El año pasado. Jugamos un nacional en Frías, Santiago del Estero. Hace unos días se disputó otro pero no pude participar porque pertenezco al seleccionado tucumano.

– ¿Alguna vez te sentiste discriminado?

– Nunca; al contrario. Tengo muchos amigos y amigas Me siento muy querido. Según ellos soy buena persona. Soy feliz como soy; llevo una vida normal y hago lo que me gusta. Lamentablemente existen personas que discriminan y eso está mal.

– No todos los árbitros te conocen. ¿Tuviste problemas con ellos por no escuchar claramente el silbato durante un partido? ¿Te llamaron la atención por eso?

– Es cierto, algunos me conocen, pero no todos. Me llamaron la atención por no escuchar el silbato pero también me enseñaron cuál fue la falta de la jugada para que pudiera entenderla mejor.

– ¿Si te dieran a elegir entre el hockey y el fútbol, qué elegirías?

– Me gustan las dos disciplinas, pero no tengo dudas de que eligiría el hockey porque me gusta más.

– ¿Cómo nació tu vocación de ‘payamédico’?

– Fue el año pasado. Me interesé por cursar esa práctica. Hace casi un año que estoy en el grupo.

PUNTO DE VISTA

Una persona noble

Walter Gómez – Licenciado en educación física y ex entrenador de “Maxi” González

Maxi jugó en el equipo de hockey de IPEF y terminó de cursar el Profesorado de Educación Física del Instituto Norte Argentino. Le quedan pocas materias para recibirse. En las clases noté que se ubicaba adelante del grupo y no sabía por qué, hasta que nos dimos cuenta cuando observamos el audífono en uno de sus oídos. Asimiló rápido los gestos técnicos del hockey, algo que me sorprendió porque lo hacía de manera excelente a pesar que nunca había practicado esta disciplina. Jamás tuve en cuenta la dificultad de “Maxi” para entender lo que yo le enseñaba o para comunicarse con los demás. Se adaptó rápidamente al grupo a pesar de ser un chico callado. No hablaba todo el tiempo y tampoco preguntaba nada. Solo resolvía lo planteado en clase y lo hacía muy bien. Tiene muchas condiciones para seguir aprendiendo hockey, como la tiene también para el fútbol; por algo lo convocaron al seleccionado nacional de sordos.

“Maxi” es un excelente deportista y lo importante es que tiene una gran personalidad a pesar de su dificultad para comunicarse. Está totalmente integrado a la sociedad. Es una persona noble que supo ganarse el respeto de todos los que lo conocen.