La «Roja» cayó 2-0 en la final del Argentino «B» Masculino ante Bahía Blanca, el local y cerró un torneo de buen nivel y donde demostró ser competitivo. Para un grupo en recambio generacional y luego de mucho tiempo de inactividad a este nivel, es un balance positivo.
Gentileza: MarcaDeportiva
on la frente en alto. Así se retira Mar del Plata de Bahía Blanca luego de perder la final del Campeonato Argentino «B» por 2 a 0 en la cancha del Club Universitario de la ciudad del sur de la provincia. Fue una final muy pareja donde la efectividad de jugadas fijas terminó marcando la diferencia.
Fue un fin de semana de grandes experiencias y buen nivel que permite construir a futuro para el entrenador Franco Pezzelato y todo su cuerpo técnico.
El primer tiempo tuvo a Bahía tomando el protagonismo y buscando situaciones de gol. Había profundidad pero sin situaciones claras generadas ante Juan Quinci. Mar del Plata movía la pelota para buscar los espacios aunque le costaba al principio. Tuvo una situación con una buena jugada personal de Julián Rodríguez que paró un flick en tres cuartos de cancha y levantó la bocha en conducción hasta entrar al área. Cuando le pegó, el remate se fue desviado. A los 10 minutos, consiguió el primer corner corto pero Diego Marziali no pudo servir bien y el peligro se diluyó. Lautaro Rodríguez con una jugada individual, consiguió el segundo corto pero otra vez, ahora Mateo Raimondi, no pudieron servir la jugada fija. Después de ese primer momento para el local, la «roja» ya se había instalado definitivamente en el campo rival.
El segundo parcial no tuvo tantas situaciones de gol, porque no había claridad en los ataques y ambos chocaban con las defensas rivales. Bahía tuvo sólo una penetración del área con peligro donde Sauer mostró sus dotes defensivas para hacer simple una jugada que podía ser compleja. El primer tiempo llegó sin mayores emociones y no se sacaron ventajas en los primeros 30 minutos.
En la continuidad del juego, parecía que tampoco nadie regalaría un espacio. Se prestaban el dominio de la bocha con un protagonistas excluyente que era el viento. En la segunda parte del cotejo, lo beneficiaba a los marplatenses, pero eso no cambiaba la ecuación de un partido parejo. Sobre los 7 minutos de juego, Bahía Blanca consiguió su primer corto y Tomás Olguín con una fuerte definición, puso el 1-0. Mar del Plata salió a buscar el empate y consiguió un corto más a dos minutos del cierre. Esta vez el remate encontró la resistencia del arquero local Leandro Casco para que el local siguiera al frente.
En el tramo final del partido, vio la amarilla Tomás Rossi en el conjunto local y se quedó 5 minutos con uno menos. Mar del Plata olió sangre y fue aún más por el empate. Nicolás Capurro tuvo la más clara penetrando al área por derecha pero se topó con los reflejos de Casco nuevamente. Inmediatamente consiguieron el cuarto corto aunque ya volvió a tener 11 Bahía en cancha. No lo pudieron aprovechar otra vez por un error en la base donde se para la bocha. La diferencia la marcó el dueño de casa en ese rubro: la efectividad. A cinco minutos del final, consiguió el segundo corto y se transformó en el segundo gol de Olguín que parecía cerrar la definición del torneo.
Hubo un último intento más con entusiasmo que con juego pero nunca dejó de intentarlo. Mar del Plata, a pesar de la derrota en la final, encuentra muchas más respuestas de lo que pareciera porque muchos jugadores jóvenes de la ciudad han sumado su primera experiencia con el equipo Mayor y han jugado nada menos que una final. El subcampeonato tendrá un balance positivo en el tiempo porque ahora hay que volver a trabajar pensando en el 2022.