Chubut Damas: VALERIA JACOBSEN, DUEÑA DE LA DEFINICIÓN DEL HOCKEY CAMPO

Se hizo de la bocha y el stick a los 6 años en Gimnasia. Cuando se cerró la actividad en ese club, continuó en vóley en el Domingo Savio, donde fue citada para los Juegos de la Araucanía y tuvo el reconocimiento del CePeDe. Ya universitaria, se dedicó a la carrera y su familia. Abandonó todo, pero la “llama” la llevó a ser parte de las Mamis de Náutico Rada Tilly, hasta que fue convocada con 35 años a Primera, para ser la goleadora de la competencia que finalizó hace dos semanas.

(Fuente: El Patagónico; Cronista: Angel Romero)

valeria jacobsen rada tilly 2016

Lo primero que pensó Valeria Jacobsen (35 años, kinesióloga y madre de Alejo Bravo, de 14 años, que se desempeña como marcador central en el Club Atlético Rada Tilly) para sí misma era que no iba a poder.
En especial, no iba a poder sostener el ritmo de un torneo competitivo con chicas de 18 a 25 años que van tras la gloria en cada torneo de hóckey campo que organiza la Asociación Austral de Hóckey.
Pero la “llama” que se inició a los seis años cuando se acercó al Club Gimnasia y Esgrima para aprender hóckey seguía viva. Por otra parte, había sido parte de los Juegos de la Araucanía durante su adolescencia en vóley y se federada por el club Domingo Savio, además de ser destacada por el CePeDe en esa época. Hablaba que Valeria tenía “buena madera” para el deporte. Sólo le faltaba que se anime a volver. Y ese retorno fue con gloria, porque de Mamis Hóckey (en Cebras de Náutico Rada Tilly) pasó a jugar Intermedia el año pasado. Y Primera en la reciente competencia, donde finalizó goleadora con 12 tantos.
Entonces, los 35 años y el impasse en los deportes que tuvo apenas comenzó la universidad, dejaron de ser un pretexto. Porque Valeria volvió con toda la plenitud de su juventud.
“Fue todo rápido. Terminé la carrera y volví a Comodoro Rivadavia, ya en esa etapa sólo me había dedicado a estudiar. Y cuando volví me reencontré con amigas y comenzamos a alquilar canchas para jugar ‘de onda’ al hóckey”, comenta Valeria a El Patagónico.
De esa intención, hace cinco años, esas mujeres comenzaron a formar el grupo de Mamis Hóckey que luego pasó a llamarse “Las Cebras”, defendiendo los colores del Club Náutico Rada Tilly. Entre las jugadoras, Valeria se reencontró a María José Loizaga (más conocida como ‘Iris’), quien fue su primera entrenadora en Gimnasia.
“Me costó un poco cuando Marcelo Guerreiro me convocó para ser competitiva. En especial porque con 35 años no sabía si iba a poder medirme con chicas más jóvenes que yo”, confiesa.
El miedo o la incertidumbre se convirtieron en éxitos continuos, dado que en el certamen de hóckey playero fue jugadora destacada. Defendió los colores del seleccionado Austral y paseó su potencial en Ushuaia y localidades de la cordillera.
De perfil bajo, a Valeria le cuesta sostener los motivos por los cuales la convocaron para que sea una jugadora federada. Si bien le cuesta asumir sus cualidades, queda en evidencia que la kinesióloga no deja de correr tras la bocha y se juega todo por el todo para tener presencia en la red en su puesto como delantera.
“Cada tanto alguna chica me pregunta cómo hago a mi edad (eso no sé si tomarlo como un halago o qué), pero en definitiva a mí el deporte me hizo plena. Ya sea cuando era niña en Gimnasia y Esgrima, jugando al vóley para Savio o volviendo ahora al hóckey. Creo que siempre hay que volver a lo que te hizo bien o plena. Y ese regreso tiene que ser con todo, no en búsqueda de un resultado deportivo. Sino del bienestar propio”, analiza.