España: LOS AZKOAGA, EL STICK EN LA SANGRE

MAITE Y PEIO CAPITANEAN A REAL SOCIEDAD Y ATLÉTICO

(Fuente: Marca; Cronista: Óscar Badallo)

real sociedad

El equipo femenino de la Real Sociedad y el masculino del Atlético San Sebastián tienen en común algo más que estar en la máxima categoría y compartir campo: el apellido de sus capitanes, Azkoaga. Maite y Peio son dos hermanos veteranos en el deporte, y que son sus cabezas visibles.

Peio es el mayor y, como suele suceder, el que dio los primeros pasos en el hockey. “Empecé con 12 años, más o menos, con futbol y hockey a la vez, Luego me obligaron a jugar un año a futból. Al siguiente ya pude elegir, fue el hockey. Tendría 14 años y ahora tengo 33”.

Maite no dudó en seguir sus pasos. «Llegué a ser portera de fútbol, pero me decanté por el hockey, porque Peio lo practicaba. Vivíamos junto al campo y mis amigas también se apuntaron. Además, en nuestra ikastola, Santo Tomás Lizeoa, había mucha tradición».

Enseguida comenzaron a llenar la casa de trofeos. «Tengo en la habitación un MVP de un campeonato autonómico con Euskadi, algunas medallas con la selección, como un subcampeonato de Europa sub 18 y, por supuesto, varios subcampeonatos de Liga con la Real y el título de hace un par de campañas», cuenta la hermana con orgullo. Peio también tuvo sus momentos de gloria: «Con la selección fuimos terceros en un Europeo sub 21.Tengo más medallas de categorías inferiores, pero no soy de tenerlas en casa a la vista».

Así, no les fue difícil llegar a ser referentes del Atlético San Sebastián y la Real Sociedad, dos habituales en la máxima categoría. «Llegué a la Real en juveniles y durante muchos años peleamos por la Liga, hasta ganarla. La sensación de levantar la copa ha sido de lo mejor de mi vida, porque fue en casa, con el campo a reventar y después de varios segundos puestos», subraya Maite.

Peio se va a quedar con ese sueño, pero tiene su parte de responsabilidad en que lo
lograse su hermana. «El día que ganaron la Liga sentí envidia sana y lo viví muy de cerca. Porque jugaba Maite y he estado muy cerca del equipo de las chicas, como delegado e incluso entrenador unas jornadas».

Esos éxitos compensan su plena dedicación a un deporte que les cuesta dinero. «Creo que en todos los clubes hay que poner dinero. Afortunadamente, el nuestro es uno de los que menos. La crisis está afectando mucho a este deporte», lamenta Peio. «Nosotras también tenemos suerte. Hay equipos en los que las jugadoras se tienen que pagar las camisetas», denuncia Maite.

De momento no piensan en la retirada, sobre todo la hermana. «Creo que él se va a retirar antes. Yo, de momento, puedo compaginar con el trabajo y ni me lo ha planteado», dice ella. «Yo pensaba que igual este era mi último año, pero voy primero en las puntuaciones, así que ya veremos», apunta él. De momento, el hockey en San Sebastián va a seguir siendo cosa de los Azkoaga.