Leonas y Leones: A 20 AÑOS DEL ORO PANAMERICANO EN MAR DEL PLATA

Fuente: Prensa CAH

El 25 de marzo de 1995 Argentina alcanzó la cima en el podio de los Juegos Panamericanos llevados a cabo en la ciudad balnearia. Damas y caballeros hicieron vibrar el Parque Municipal de Deportes y cubrieron de oro al hockey argentino.

 

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Fue en Mar del Plata y luego de 44 años que Argentina volvió a ser sede de un Juego Panamericano. Sin embargo, en el evento celebrado en Buenos Aires en 1951, el hockey no participó de la competencia ya que la disciplina se introdujo recién en 1967 y únicamente para la rama masculina. Las damas debieron aguardar hasta la edición de Indianápolis de 1987. Allí, y al igual que el seleccionado masculino, se colgaron la medalla dorada e instauraron una hegemonía en el hockey panamericano que perduró a través de los años.

En Mar del Plata 1995, el país finalizó en la cuarta posición del medallero con 40 preseas doradas, 45 plateadas y 74 de bronce. Allí el hockey, por partida doble, aportó su cuota dorada. Apellidos que pasaron a la historia y que en silencio, pero con disciplina, trabajo y esfuerzo, fundaron las bases de lo que hoy en día representan la imagen de Las Leonas y Los Leones.


DOS DÉCADAS EN EL TIEMPO: RUGIR SIN SER LEONAS

En la final disputada en el Parque Municipal de Deportes de Mar del Plata, Argentina derrotó a Estados Unidos por 3 a 2 con goles de Gabriela Sánchez, Vanina Oneto y María Paula Castelli. Así revalidaron el mote de subcampeonas mundiales en Dublin 1994.

Veinte años atrás en el tiempo. Un equipo conformado por campeonas del Mundo Junior en Terrassa en 1993 y Subacampeonas Mundiales en Dublin 1994. Fueron, entonces, aquellas jugadoras las que consagradas en el Panamericano celebrado en Mar del Plata -sin ser aun conocidas como Leonas- sentaron las bases del futuro, convertido hoy en presente, del hockey argentino.

Casi como una sana costumbre de la época, Argentina, en aquel tiempo dirigida por Rodolfo Mendoza, se abrió camino a la conquista. Esos Juegos Panamericanos, que tuvieron lugar del 12 al 26 de marzo, se vivieron como una verdadera fiesta del deporte en la que hockey logró atrapar la atención de hasta los más ajenos a la disciplina.

En el trayecto hacia el título, Argentina registró seis victorias y un empate. Anotó un total de 29 goles y sólo recibió tres. En el debut superó a Paraguay 8 a 0, luego venció a Trinidad y Tobago 1 a 0 y derrotó a Canadá 3 a 0. En los cruces siguientes igualó 1 a 1 con Estados Unidos y dejó en el camino a Jamaica, tras vencerlo por 8 a 0. En el último encuentro clasificatorio vapuleó a Cuba por 5 a 0 y accedió a la gran final frente a Estados Unidos.

En el partido decisivo, que contó con la presencia de más de cuatro mil espectadores, las dirigidas por Rodolfo “Chiche” Mendoza animaron un duelo muy parejo. A los 23 minutos del primer tiempo, la capitana Gabriela Sánchez abrió el marcador. Sin embargo, a los 28′ Estados Unidos igualó el tanteador por intermedio de Kelly James. En el complementó, Argentina se adueñó del juego y definió el partido. Primero fue Oneto, quien de penal, a los 25′ anotó el 2 a 1 y tan sólo seis minutos más tarde, María Paula Castelli anotó el tercero, con un desvío magistral. Las estadounidenses apenas pudieron descontar a falta de un minuto cuando, segundos después, la chicharra decretó victoria y la cima del podio para las argentinas.

En esta recordada final fueron titulares: Mariana Arnal, Silvina Corvalán, Sofía Mackenzie, Marisa López, Julieta Castellán, Gabriela Sánchez, Anabel Gambero, Jorgelina Rimoldi, Karina Masotta, Vanina Oneto y María Paula Castelli. Ingresaron Gabriela Pando y Magdalena Aicega. Fueron también de la partida de Rodolfo Mendoza las jugadoras María Ximena Camardón, Valeria Almada y María Laura Perrone. La goleadora del equipo fue Vanina Oneto, con 10 tantos.


JUGADORES QUE MARCARON EL CAMINO

El seleccionado masculino venció en la final a su par de Canadá por 1 a 0 con gol de Fernando Falchetto. El recuerdo de una generación de jugadores que el hockey colocó en un lugar privilegiado.

Apellidos como Minadeo, Lombi, Retegui o Caldas son hoy moneda corriente en el ámbito del hockey argentino e internacional. No sólo por el vasto pergamino que se hicieron al andar vistiendo la celeste y blanca como jugadores, sino porque a base de esfuerzos y presencia, el hockey los puso en un lugar privilegiado.

Un total de 16 jugadores, dirigidos por Miguel MacCormik, dejaron en Mar del Plata un sello imborrable tras la conquista de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos. Allí, en el Parque Municipal de Deportes se adjudicaron la sexta presea dorada en la disciplina,

Argentina arrancó su camino hacia el título con un aplastante triunfo frente a Trinidad y Tobago (12-0). Luego, completó la fase de clasificación con cuatro victorias consecutivas y un empate: 18-0 vs Paraguay, 3-0 vs Cuba, 6-1 vs Chile, 2-1 vs Estados Unidos y 1 a 1 frente a Canadá.

Justamente Canadá, rival del último partido de clasificación, se transformó en el escollo final a afrontar en la definición por la medalla dorada que terminó a favor de los albicelestes gracias a la conversión conseguida por Fernando Falchetto. El delantero argentino fue el máximo artillero del equipo con nueve goles, al igual que Carlos Retegui y Jorge Lombi.

Durante la competencia, el conjunto dirigido por Miguel MacCormik registró un total de 43 goles a favor, frente a tres en contra en los siete encuentros que disputó.

El plantel argentino estuvo conformado por Maximiliano Caldas, Diego Chiodo, Alejandro Doherty, Fernando Falchetto, Gustavo Keenan, Patricio Keenan, Jorge Lombi, Pablo Lombi, Edgardo Pailos, Rodolfo Pérez, Gabriel Minadeo, Pablo Moreira, Fernando Moresi, Jorge Querejeta, Carlos Retegui y Rodolfo Schmidt.