Mendoza Caballeros: LOS CORIA, UNIDOS POR LA PASIÓN DEL STICK Y BOCHA

Son hermanos y primos, comparten el apellido y el amor por el hockey. Uno es de Leonardo Murialdo, los demás pertenecen al Club Alemán.

(Fuente: Los Andes; Cronista: Gonzalo M.Tapia)

Leonel, Mauro, Alan, Luciano y Jonathan posan para nuestro fotógrafo. | Gustavo Rogé / Los Andes

Hace rato que desde esta tribuna los queríamos juntar. Es uno de los clanes numerosos del hockey césped vernáculo y merecen contar sus historias. El más grande es Alan, quien es arquero y el único que milita en Leonardo Murialdo, los demás son su hermano Jonathan que, del Canario cruzó de trinchera y se cambió al Club Alemán; sus primos, todos con ADN Albo y hermanos son Leo, Luciano y Mauro.

Alan, el golero de la Primera de Murialdo, abrió la charla: “Llegué al hockey a los 16 por la invitación de un amigo. En los comienzos era delantero, no duré un mes y me fui al arco. El arquero de la Quinta no fue a jugar ese partido y Manuel Gudiño preguntó quién quería atajar. Atajaba en fútbol, iba a jugar los sábados con mi tío Edgar y Tito Médici para el equipo de profesionales de Ciencias Económicas. Jugar en Murialdo es una pasión difícil de explicar. Tuve la posibilidad de hacerlo con mi hermano  Jonathan un partido en Primera”.

Y Alan agregó: “Está bueno jugar en contra de los primos. Siendo el Totti mi ahijado. Los tres primos me hicieron goles. Al primero que enfrenté fue a Leonel, luego se sumó Luciano y por último Mauro. Me gusta compartir cancha contra mi hermano y primos. Nuestros papás trabajan juntos y son muy unidos y esto nos inculcaron”.

Debería ser, pero no, no existe un derby departamental entre Leonardo Murialdo y Club Alemán. Los chicos comentaron que de todas maneras las previas entre los dos equipos: “Se viven con chicana en los almuerzos. Buscando el apoyo de Norma (abuela paterna de los primos)”, manifestó Alan.

| Gustavo Rogé / Los Andes

Luciano fue capitán de la Primera de Alemán, juega de cinco y dice: “Jugar con mis hermanos es algo increíble que no todos tienen la posibilidad. Es algo inolvidable salir campeones, festejar goles, abrazarnos. Existen cosas muy lindas, que se disfrutan y comparten con la misma pasión con todos ellos. Siempre me considero afortunado. En fin, jugar con mis hermanos es lo mas lindo de este deporte”.

A Mauro, le dicen ‘Totti’, es el único que jugó en Buenos Aires -militó en GEBA- y fue una de las figuras del seleccionado mayor de Mendoza, el el Argentino que se disputó hace algunos días en Salta.

“Tenía ganas de estar en el equipo porque deseaba jugar el torneo, pero no quedé en la lista definitiva, aunque por una lesión de un jugador, me llamaron… fui el goleador del equipo. Conformamos un grupo que fue a buscar el título, dimos todo, pero en semis la bocha no entró ante Litoral. En lo personal estoy contento porque fue mi primer torneo de mayores. Mi paso por Geba fue una experiencia única e inolvidable, aprendí mucho y mejoré en lo hockístico”.

Leonel es el mayor de los Coria Lucentini y es delantero: “Empecé jugando en Leonardo Murialdo al fútbol; fui a un par de entrenamientos de hockey en el mismo club, pero un día Mariano Caicedo me invitó a los seven en el club Andino. Por eso fui el pionero en mi familia junto a Julieta, mi hermana. La verdad que es un orgullo ver a mis hermanos Totti y Lucho jugar a tan alto nivel. El hockey es un deporte que enseña a moverte en la vida, trabajar en equipo y compartir, y por ende te da muchos amigos”.