“Crónicas desde el living”: AL MEDIODÍA RINDE MÁS

(Por Hugo Tajes – Hockey Argentino Plus) (imágenes de TV)

 

Argentina comenzó su partido contra la difícil Inglaterra, con la carga de no contar con Aymar. La ausencia se sintió desde lo anímico y desde el juego. El equipo estuvo impreciso y cuando hacía falta la acción individual, la presencia de Lucha hubiera sido fundamental.JUN2014_CAM00373-300x225

De entrada nomás , a los 7′ Danson, luego de recibir la bocha, tras un par de rebotes luego de un corto, abrió el marcador. La inglesa aprovechó la desatención de la defensa blanquiceleste y convirtió de mediavuelta.

El partido se hizo cuesta arriba, hasta que fruto del empuje de las chicas argentinas,  a los 28′ y enseguida a los 29′ se llegó al arco rival.  La primera la resolvió la arquera coreana y la segunda fue gol de Merino; ubicada como deben estar las goleadoras; tras acción de Luchetti. Empate uno a uno y tranquilidad para el segundo tiempo.

Ahora sí, cerca del mediodía, 10 grados de temperatura, gol argentino, situaciones más confortables para este cronista, que se disponía a presenciar el segundo tiempo, sin siquiera pensar en el olorcito de los ravioles que surgían allí nomás, desde la cocina hogareña.

El segundo tiempo comenzó muy trabado, con poca claridad de los dos lados. A los 3′ lo tuvo Rebechi y salvó la arquera coreana. Pasaron los minutos y recién a los 20 lo volvió a tener Rebechi, pero la acción no prosperó. En los 15′  finales, Argentina presionó en campo rival y dejó flancos en defensa, que casi aprovecha Danson, con otra media vuelta, esta vez salvada por Succhi.

A los 27′ tras jugada de Luchetti, no llegaron a conectar Merino y Rebechi y cuando parecía que se iba el triunfo, en las últimas dos acciones, con los únicos dos cortos del equipo, Rebechi concretó tras una serie de rebotes, un triunfo de película.

El equipo que no había tenido juego, lo compensó con la garra propia de las leonas.

Por mi parte, con el deber cumplido, creo que adoptaré una nueva cábala. Ravioles durante los partidos, que además de darnos los triunfos, estan riquísimos. Aquí me despido, desde Buenos Aires, mojando el pancito en la salsa.