Reportajes y Notas: “REPRESENTAR AL SELECCIONADO FUE LO MÁS LINDO QUE ME PASÓ”, SEÑALÓ SOLEDAD GARCÍA

Dos títulos mundiales y 18 medallas después, la ex leona se hizo cargo de una institución deportiva por primera vez. Desde Mendoza,  contó sus días en Gepu de San Luis, sus objetivos como entrenadora y cómo ve a la selección de Hockey.

Sole, una de las mejores jugadoras que dio el hockey sobre césped.

La Selección Argentina de Hockey sobre césped hizo historia en 2000 y a partir de ese momento cientos de jóvenes se acercaron a este deporte. Soledad García (37) perteneció a “Las Leonas” durante doce años y fue elegida dos veces mejor jugadora joven del mundo. Con la selección ganó 18 medallas, entre ellas dos títulos mundiales en 2002 y 2010. El equipo, además, obtuvo medallas en cuatro ediciones consecutivas en los Juegos Olímpicos y ahora van por más.

Sole tiene un vínculo estrecho con San Luis, ya que aquí vive su familia política y además se retiró de las canchas en el Ave Fénix hace cuatro años. Ese día asistieron colegas, ex jugadoras, amigos y familiares. Algunas de las deportistas que la acompañaron fueron Luciana Aymar, Maguie Aicega, Maripi Hernández, Vanina Oneto, Jorgelina Rimoldi, Valeria García (hermana de Sole), Rosario Luchetti, Delfina Merino, Macarena Rodríguez, entre otras jugadoras. La fiesta fue total y la emoción, única.

Aunque sus últimas veces como jugadora las vivió en nuestra provincia como parte del equipo de GEPU, tiempo después, García sacó partido de un curso de entrenadora en Holanda y en marzo de este año se hizo cargo por primera vez de una institución deportiva. La Asociación Amateur Sanrafaelina de hockey sobre césped renovó sus ilusiones cuando la ex leona llegó como nueva entrenadora.

La delantera que jugó el Mundial en la cancha de Quilmes en 2001 con los ligamentos de la rodilla rotos, tiene una vida tan intensa como sus días en la cancha, pero más abocada a lo familiar. Sole reveló que espera su segunda hija, también contó sus objetivos como entrenadora en Mendoza y qué extraña de San Luis.

—¿Cómo fue tu paso por San Luis?

—Fueron cuatro años muy productivos, muy lindos, sobre todo porque yo recién llegaba por diferentes situaciones a San Luis, no por lo hockístico específicamente, así que se dieron muchas cosas lindas y rápido. La estadía fue muy buena.

—¿Qué extrañás de la provincia?

—La familia es lo que más se extraña, porque está toda mi familia política allá. Por ahí poder estar y contar con ellos todo el tiempo y disfrutarlos en el día a día es lo que más añoro.

—¿Viajás seguido?

—Sí, estamos re cerquita. A dos horas y media o tres nada más, así que cuando podemos, vamos. También ellos extrañan mucho a nuestra hija, es la única nieta. Por suerte es cerquita, no es algo imposible. Al comienzo viajábamos mucho pero después obviamente cuando empezamos con nuestras obligaciones se nos complicó un poquito más, pero estamos cerca y nos vemos bastante seguido.

—¿Cómo te cambió la maternidad?

—No me cambió mucho. La verdad tratamos de acostumbrarla a ella desde chiquita a nuestro ritmo, a nuestros trabajos y a nuestras vidas y no al revés, para no limitarnos demasiado. Sobre todo porque los dos trabajamos mucho al aire libre, hacemos vida de club, todos los fines de semana uno tiene un compromiso, y en la semana también así que siempre hemos tratado de involucrarla en nuestra vida diaria y laboral. No nos ha cambiado mucho, aunque nos hace, creemos, mejores personas y buenos papás, y tratamos como todo padre de darle lo mejor. Yo ya había dejado un poco lo profesional en cuanto al hockey hace un par de años, y tener un hijo era lo que realmente teníamos ganas los dos. Obviamente aprendiendo, siendo mamá primeriza con un montón de miedos y un montón de cosas que vas aprendiendo en el día a día pero la verdad que bien. Hoy embarazada de nuevo así que contenta.

—Imagino que Robertina es cercana al deporte…

—Tiene recién tres años, es chiquita, pero cuando podemos vamos a ver eventos deportivos. Ahora que estuvo el Mundial de Fútbol había un televisor prendido todo el tiempo en algún lado, siempre ve y sabe que Messi es Messi, que Argentina es fútbol y sigue hablando de todo. Pero por nuestro trabajo y nuestro desempeño y demás, seguramente se va a inclinar al hockey pero no por obligación, al contrario, a mí me gustaría que ella elija y haga lo que quiera hacer. También me da miedo de que se canse de todo lo que vive con nosotros con respecto al hockey pero en ese sentido le damos libertad y si quiere jugar con amiguitos al fútbol que juegue, ella es bastante independiente, que después cuando sea más grande elija lo que tenga ganas.

—¿Seguís el Mundial de Hockey?

—Sí, es uno de los torneos más importantes que vive un jugador. Estuve hablando con las chicas y sé que se prepararon de la mejor manera, sé también que tuvieron un par de amistosos en Alemania. Es uno de los torneos más lindos que cada dos años vivo después de los Juegos Olímpicos. Con todo lo que dejó el Mundial de Fútbol todavía no me he puesto a pensar en el de Hockey. Pero obviamente sigo a la selección.

—Argentina se encuentra en el tercer puesto del ranking mundial, ¿cómo ves a la selección actualmente?

—Veo siempre su desempeño, tiene un equipo joven, con una mezcla de gente nueva que se va sumando, que tiene por primera vez la experiencia de jugar un mundial. Quiero desearles lo mejor, porque cuando uno está ahí siempre quiere hacer y dar lo mejor, ojalá tengan un buen resultado, que el objetivo que se haya puesto como grupo y como equipo o puedan cumplir. Y si llegan a la final buenísimo.

—¿Hubo un boom después de su participación en Sídney?

—Sí, sin dudas. Creo que hubo un antes y un después en el 2000, momento en el que se gana un primer torneo, una primera medalla olímpica que era algo impensado. Las que estuvimos en ese momento nos llevamos el galardón de ganar una medalla y ser las pioneras pero en realidad venía desde hacía unos cuatro años un trabajo previo importante de un montón de gente que quizás no estuvo presente. Es un poco injusto decir que fuimos nosotras las que marcamos la historia del hockey, porque todas sabemos que hubo todo un laburo previo, pero sí hubo un antes y un después en el hockey general.

—Hasta se juega en cualquier parte del país…

—Eso es increíble porque a medida que pasan los años yo sigo haciendo clínicas, presentaciones y charlas a veces en pueblitos mínimos que no sabés dónde quedan pero quizás llegás y te dicen: “Nosotros pusimos una cancha”, y te das cuenta de que es mucho a pulmón y que el hockey se sigue manteniendo vigente. Con el paso del tiempo fue cambiando todo, las redes sociales y las conexiones, todo lo que necesitás ver y saber, te podés enterar en cualquier lado. Es mucho más fácil hoy pero definitivamente en ese momento, cuando ganamos la primera medalla olímpica, es cuando hubo un cambio radical en el hockey. Sobre todo que la mujer pueda tenerlo como primera elección en cuanto a deporte, creo que eso fue sorprendente. A nosotras mismas nos llena de orgullo después de tantos años, casi veinte, que haya un grupo de gente que siga manteniendo eso es increíble.

—¿Seguís en contacto con tus ex compañeras?

—Tengo contacto con mis ex compañeras de mi edad y más grandes, también, mantenemos charlas todos los días por WhatsApp. Con las del seleccionado también, aunque no muchas porque de mi época quedan muy poquitas, pero mantengo esa relación. Está bueno también esto de las redes sociales que te ayuda a mantenerte sabiendo un poco del otro. Básicamente respecto a las de mi edad y las más grandes, la relación trascendió al hockey y creo que eso es lo lindo que te deja el deporte, sacando el alto rendimiento y habiendo representado a un seleccionado que fue lo más lindo que nos pasó.

—¿Cómo te llevás con las redes sociales?

—Yo no soy muy amiga de las redes, me gusta la tecnología en sí, creo que un poco se ha perdido la privacidad, es como que están todo el tiempo exponiendo su vida y capaz no es su vida real, sino algo que quieren mostrar y no lo que realmente es. Eso personalmente no me gusta y trato de no hacerlo mucho porque no me divierte. Siempre intenté mantener un perfil más bajo y ser un poco más cuidadosa con mi vida. Pero es el mundo en el que se vive actualmente.

—¿Y cómo ves que los chicos interactúen en las redes?

—Las redes sociales pueden ser muy buenas para algunas cosas pero también muy malas para otras. Creo que hay que cuidar a los chicos, a las familias y a esos papás que hacen el esfuerzo por mandar a sus hijos a que hagan deporte, que puedan viajar a competir, tener su ropa, sea la disciplina que sea. Hay que cuidar y respetar a esos papás cuyos hijos se siguen educando a través del deporte. Tanto mi marido como yo nos criamos así, hoy por hoy nuestra hija por más que sea chiquita, sabemos que inconscientemente la estamos llevando por ese lado porque es nuestra vida diaria, y nos gustaría que se eduque de esa manera. Creo que es súper valioso y que se pueden manejar las dos cosas de una buena manera, hay que saber cómo. Está buena la educación desde los colegios también para cuidar la privacidad porque ha habido casos puntuales a través del deporte en las redes sociales o que pasan hoy en el día a día, hay que aprender a manejarlo.

—¿Cómo te está yendo como entrenadora de los sanrafaelinos?

—Bien, hace un par de semanas arrancamos con el último torneo del año, con posibilidades de poder clasificar para otro torneo más a fin de año. La verdad es que muy bien, acostumbrándonos a la ciudad, a la gente, a la manera en que se manejan las situaciones, bien por suerte.

—Naciste en Córdoba, viviste en San Luis y ahora en Mendoza, ¿cuál es tu lugar en el mundo?

—Hasta hace algunos años era la casa de mis abuelos. Cuando yo perdí a mi papá, cuando tenía 13 años, dos años después empecé a viajar, estaba mucho en Buenos Aires y viajaba con el seleccionado y por una cuestión de distancia y de obligaciones uno va perdiendo la conexión. Mi lugar en el mundo era volver a la casa de ellos, al mismo olor, a ese un desayuno rico, calentito y fresco con el que nos esperaban. Por mi vida deportiva y mis viajes empecé a alejarme un poco porque era inevitable. Pero eso siempre me hacía volver a mis raíces, fue donde me crié, donde casi todos los fines de semana comíamos juntos con mis tíos, mis primos y mi familia. Hoy por hoy llevándolo a mi vida y cómo ha cambiado radicalmente en los últimos cinco años diría que estar con mi familia, mi marido, mi hija, mi futura hija es algo que elijo todos los días, es donde más paz siento.

(Fuente: El diario de la república; Cronista: Noelia Barroso)