El partido entre la Argentina y China se presumìa como un encuentro intenso, con dos equipos presionando y decididos al ataque con sed de revancha para las locales, habida cuenta de la derrota en la fase clasificatoria. Por eso era un día especial.
Para el staff de HAP este también fue un dìa especial. Por fin el cronista estrella Adriano, comenzó sus reseñas. Ante la llegada del internacional, exclusivo de los partidos de Las Leonas, todos los demás periodistas quedaron un puesto abajo y quien escribe descendió aún dos o tres más en la consideración del jefe.
El clima no favoreció a este relator ubicado en un rincón del estadio, a la intemperie. Lluvia, rayos, truenos, árboles bailando al compás del viento. El entorno parecía de película de terror.
El partido comenzó con la presión Argentina, lo que generó varios recuperos altos de la selección. En el primer corto, Campoy arrojándose abrió el marcador.
Con el resultado desfavorable, el seleccionado asiático empezó a salir y a pelear el mediocampo. El juego se hizo más trabado y ya no hubo situaciones hasta el final del cuarto.
En el segundo cuarto las argentinas recuperaron la iniciativa, atacando por el sector derecho de las asiáticas. Lo tuvo dos veces Granatto y una clarísima Cavallero, pero la sacaron en la línea.
Este humilde cronista con el cansancio acumulado por la sucesión de partidos registrados (el cruel jefe, mi villano favorito, asignó a este escriba los cuatro matchs de la jornada), aprovechó el primer tiempo para proveerse del sandwichito de rigor y la fresca gaseosa, 30 escalones para bajar y 30 para subir demandó la compra del refrigerio. No importa, el periodismo es un sacerdocio y este relator continuó con su apostolado.
El segundo tiempo arrancó con jugada de peligro a favor de Argentina a través de Rebechi, quien lo tuvo en dos ocasiones pero defendió bien la arquera Li. La clave de Argentina continuó siendo la presión alta, pero ahora el juego se volcó mayormente hacia el sector izquierdo de la defensa China. Las orientales pudieron salir sólo en un par de jugadas del pressing para armar su juego de pases rasantes.
Faltando dos minutos China puso una jugadora de campo, pero la presión de Las Leonas, no permitió ninguna aproximación de riesgo de las asiáticas.
Un partido bien planteado por la Selección Nacional, en el que marcó, presionó y jugó.
El domingo espera Nueva Zelanda para la final.
Así, con la satisfacción de la tarea cumplida este exhausto cronista emprendió el regreso desde el estadio, mojado y a los saltos, esquivando los rayos que caían cerca, mientras esperaba la llegada del esquivo colectivo. En tanto el cronista super star abordaba un vehiculo de la organización, rumbo al hotel cinco estrellas.
