(Producción HAP)
A poco de comenzar el metropolitano de hockey sobre césped las jugadoras de Municipalidad de Vicente López “A” (VILO “A”), Cecilia Abrantes (32), Marisa Carroli (33), Rocio Ubeira (33) y Rocío Domínguez (22 años) contaron a Hockey Argentino Plus cuáles fueron las sensaciones que vivieron sobre el final de la temporada anterior, y cómo fueron trabajando durante el año 2014 para conseguir el ascenso (segundo consecutivo en dos años), que les permite jugar este año en la primera C.
Periodista ¿Cómo vivieron el momento exacto en el que suena la chicharra y consiguieron el objetivo? ¿En qué pensaron?
Cecilia Abrantes (2/6/1983): “Terminé llorando de la emoción más que el año anterior porque el esfuerzo fue mucho más fuerte y para mí fue un sueño cumplido. Cuando me fui del club hace unos años, me prometí volver y llevarlo a lo más alto. Por eso cuando terminaron los 70 minutos fueron miles de recuerdos, desde que era chiquita. Fue emocionante, es un esfuerzo seguir jugando, venir a entrenar. Es como que se te cae esa mochila y lo primero que hice fue llorar”
Marisa Carroli (11/6/1982): “En la cancha de Estudiantes (anteúltimo partido) fue un partido parejo ganamos con lo justo 2-1. Acá era inexplicable que a falta de quince minutos íbamos ganando 5-1. En un momento detienen el juego por la lesión de una compañera y una de las chicas del banco me grita ‘SIC perdió’. Y miré afuera del campo de juego y estaba todo el mundo festejando. Fue muy lindo”.
Rocío Ubeira (19/12/1982): Fue un ascenso particular porque faltaban 15 minutos y ganábamos 5-1. El principio del encuentro fue muy aguerrido y la verdad no sé cuándo se abrió. Increíble estar en cancha, decir ascendimos y fue el segundo consecutivo; muy emocionante”.
Rocío Domínguez (11/11/1993): “Ese momento lo viví desde afuera porque tenía un corte en la cabeza. Jugué hasta el 4-1. Fue increíble porque nos enteramos el resultado de SIC y a pesar de la victoria ya habíamos ascendido”.
Periodista: ¿Cuál fue el momento del torneo que se dijeron a Ustedes mismas ‘es nuestro y subimos otra vez’?
Rocío Domínguez (apodada “io”): “Fue dos fechas antes, cuando SIC y nosotras perdimos. Ellas nos sacaban tres puntos pero en goles las superábamos. Las alcanzamos pero no me importaba el último partido porque confiaba plenamente en el equipo y sabía que en nuestra cancha no se nos iba a escapar. Era el ascenso directo”.
Cecilia Abrantes (le dicen “la negra”): “Cuando le ganamos de local a Vélez 2-0 dije ‘ésto no se nos puede escapar’. El grupo se dio cuenta de lo bien que habíamos jugado contra un rival directo. Yo me dije que no perdemos más aunque dependíamos del SIC, que luego perdió.
Periodista: ¿Y el momento más difícil del año en el que pensaron que no se les podía dar el segundo ascenso consecutivo?
Rocío Ubeira (su apodo “rochi”): “Cuando perdimos cuatro partidos consecutivos, fuimos nostras mismas las que desaprovechamos la oportunidad. Admitimos que nos equivocamos, miramos para un mismo lado y cada una buscó cumplir con su rol dentro de la cancha”.
Marisa Carroli (la llaman “carrol”): “En los dos años que llevo en VILO estábamos acostumbradas a ganar y de repente perdimos cuatro, lo que nos generó una molestia. Fue un momento difícil. Tuvimos una charla grupal, se habló mucho de la función de cada una, las más chicas comenzaron a tener más confianza”.
Cecilia Abrantes: “Tuvimos varios partidos en los que pensé que estaba difícil. Cuando vino la seguidilla de derrotas nos costó reponernos. Esa charla grupal que te dijeron las chicas, fue necesaria para ver donde estábamos paradas. Nos decían que teníamos equipo para pelearla pero nos faltaba a nosotras darnos cuenta. El quiebre fue ahí. Fue complicado. Después de la reunión revertimos la situación y todas coincidimos en que queríamos el mismo objetivo”.
Periodista: En los momentos que parecía que se les escapaba, ¿qué se les pasaba por la cabeza teniendo jugadoras con experiencia en la primera A?
Rocío Ubeira: “Sentía que se nos iba a dar, de una u otra manera, y que el SIC iba a perder. Individualmente y en equipo se podía. Tenía mucha fe en el grupo. Fue una alegría que se nos haya dado el ascenso directo.
Periodista: ¿Cómo se vive en el club la continuidad de logros? ¿Hay una exigencia? ¿Hay que tener cierto éxito a fin de año?
Marisa Carroli: “El año pasado lo planteamos de esa forma. El año anterior, cuando subimos a la D, notamos que había mucha diferencia con la E. En esta división era más parejo y sentíamos que teníamos un buen equipo sobre todo cuando fuimos ganando, jugando mejor, entramos a los playoffs y veíamos que podíamos ascender. Era una posibilidad, ahí se planteó y se buscó entrenar pensando en el objetivo”.
Rocío Ubeira: “En los momentos complicados nos planteábamos si queríamos el ascenso o no. Y esas charlas nos sirvieron mucho”.
Rocío Domínguez: “A mitad de año veíamos que los resultados no eran los mismos. Queríamos subir de nuevo, nos replanteamos la situación y alcanzamos lo que nos prometimos”.
Periodista: Rocío ¿Qué le aportaron las chicas que venían de otros clubes, entre ellas Carroli y Abrantes?
Rocío Domínguez: “Cuando vinieron hacía un año que estaba en el plantel superior. Con Marisa Carroli, quien llegó antes, sentí que había un juego más organizado del que se daba y además lo hizo de manera didáctica. Saber que juegan de la misma manera era una enseñanza y me aportó tranquilidad”.
Periodista: Marisa y Cecilia, ¿Qué creen que le sumaron al grupo?
Cecilia Abrantes: “Fui la primera en volver hace un poco más de dos años. Lo importante es la experiencia y la tranquilidad y traer jugadoras con buen nivel como pasó en los últimos años; levanta el nivel de todo el equipo. En lo personal, las últimas incorporaciones me sacaron un poco la presión de que era la única que venía de Muni, de jugar finales y estar en lo más alto. La llegada de Marisa (Carroli) y Rocío (Ubeira) hicieron que pueda delegar esa presión y que no recaiga en una sola. Y me parece que lo fundamental fue que contagió para arriba y levantó nivel de las chicas que estaban tapadas o que ya jugaban bien y terminaron siendo unas bestias”.
Marisa Carroli: “Le aportamos la experiencia de Ciudad (ex club) de siempre estar peleando campeonatos, jugar finales. Eso te permite jugar más cómodas. Trato de colaborar más en lo técnico, aportar lo poco que sé de mi experiencia, lo bueno o malo que me pasó, de estar en los detalles; cosas que por ahí antes uno no lo tenía en cuenta”.
Periodista: ¿Qué cualidades destacan de este equipo?
Cecilia Abrantes: “El grupo y el equipo. Somos amigas de toda la vida y volví al club para jugar con ellas. Y el buen compañerismo, cuando tuvimos el quiebre lo pudimos hablar con tranquilidad. El equipo ante la adversidad nunca bajó los brazos ni cuando perdimos varios partidos ni decir el cuco de la C, categoría que nunca habíamos jugado”.
Periodista: ¿Cuál fue el aporte del entrenador Marcelo Bossi?
Cecilia Abrantes: “Está a la vista. En tres años, el primero nos metió en los playoffs y después dos asensos seguidos. Él tiene muchos méritos, es muy exigente y es un ‘enfermo’ del hockey. En lo personal tengo que destacar la flexibilidad que tiene para conmigo y muchas jugadoras, muchas somos mamá. Tiene muy buena visión del juego, está siempre abierto al diálogo. Cada vez que tuve que acercarme a decirle algo, siempre escuchó y estuvo dispuesto”.
Periodista: ¿En quiénes pensaron cuando lograron el objetivo? ¿A quiénes se lo dedican?
Marisa Carroli: “A todo el equipo, llegamos acá por nosotras y por el cuerpo técnico. También a la familia, que nos acompañó siempre a todos lados, a todos los torneos. Ellos también tienen la misma felicidad que nosotras”.
Rocío Domínguez: “¡En quién no pensé! En la confianza del equipo. En saber que cada una iba a dar lo mejor en cada partido. Fue una gran alegría ascender dos veces. Ésto no pasó nunca en la historia de VILO. Fue una locura. Juego acá desde las inferiores y es la primera vez que estamos en la C”.
Cecilia Abrantes: “Fue fuerte porque mi mamá me sigue a todos lados desde chiquita y al último encuentro no pudo ir. Pensé en ella, en toda la ayuda que me da, me ayuda a ser mamá y jugadora al mismo tiempo y si no fuera por ella se me haría el doble de difícil. Es la que me incentiva a que siga jugando. A mi mamá le encanta verme en una cancha de hockey. Pensé en ella”.
Rocío Ubeira: “Viví cada partido intensamente. Me encantó ascender dos veces y voy por más”.
Periodista: Para finalizar ¿cómo vivieron los torneos ganados por Ciudad el año pasado en damas y en caballeros?
Cecilia Abrantes: “No pude ir y lo seguí por internet. Fue una emoción impresionante. Es un club grande y siempre le costó ganar el Metropolitano. Tengo miles de sentimientos y sigo teniendo muchas amistades. Todo lo que a Ciudad le vaya bien, me pone muy feliz”.
Rocío Ubeira: “Me alegró mucho que hayan ganado. Tienen un buen equipo y GEBA había ganado muchas veces seguidas. Se le podía ganar, el tema era básicamente la cabeza de Muni, convencerse que se podía, me puse muy contenta”.
