Bahía Blanca: “EL ARBITRAJE ARGENTINO DE HOCKEY ESTÁ ENTRE LOS MEJORES DEL MUNDO” DIJO SOLEDAD IPARRAGUIRRE

Soledad Iparraguirre disertó en Bahía Blanca y se fue sorprendida por el nivel local. La porteña arbitrará su 4º Juego Olímpico y luego se retirará.

(Fuente: La Nueva; Cronista: Claudio Rodríguez Kiser)

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De celeste, Soledad Iparraguirre habla y todos escuchan. La porteña dictó una importante clínica de arbitraje en nuestra ciudad y se llevó una gran impresión de los colegiados locales.

 

Dos finales olímpicas en tres participaciones y dos finales mundiales en cuatro presencias sirven como carta de presentación para quizás la mejor en lo suyo.

Soledad Iparraguirre lleva dos décadas arbitrando en el más alto nivel del hockey mundial y días pasados Bahía Blanca fue testigo de su impronta.

Más de 40 árbitros le sacaron el jugo a una exquisita clínica que organizó la Asociación Bahiense. La porteña de 43 años habló y no dejó temas por abordar.

–¿Cómo viste el nivel de los árbitros locales?

–Me sorprendió mucho. Cuando hicimos la parte práctica sin darles delineamientos pusieron el foco en donde yo esperaba que lo hiciera y eso es muy bueno. Tuvieron ganas y lo valoro porque se invierte tiempo y dinero en mejorar. Habla muy bien de las Asociaciones que inviertan en sus árbitros. No pasa en todos lados. Quizás hubo algunas inconsistencias en la toma de decisiones o reglas, pero es producto de que las órdenes que reciben son contradictorias.

–¿Cómo se mejora esta falencia?

–Hay una estructura en lo cuál existen referentes regionales, como en Bahía lo son Hernán (Del Ruiz) y Agustina (Bermúdez). Damos instructivos con pautas técnicas que hay que cumplir. Igualmente, no ayuda que el reglamento del hockey sea tan subjetivo. Cada vez hay muchas cosas a criterio del árbitro, cada vez más. A nivel mundial tampoco hay tal consistencia.

–¿Su nivel va de la mano con el nivel deportivo de cada Federación?

–Un poco sí porque, por reglamento de la Confederación, la Federación que participa tiene derecho a tener un árbitro en el torneo y en los Regionales, cuando una Asociación como por ejemplo Bahía viene teniendo más torneos organizados participan más árbitros. Ese roce hace que tengan muchas más posibilidades de crecer.

–¿Puede un árbitro del interior pegar el salto?

–Sí, por ejemplo Hernán (Del Ruiz) lo hizo. En este momento hay más árbitros internacionales del interior que de Buenos Aires.

–En tu cargo como coordinadora, ¿qué ponés en el haber y qué en el debe?

–Uno de los objetivos es que los árbitros lo vivan como una oportunidad para disfrutar de lo que hacen, con otro tipo de trato y presiones. Los árbitros sociabilizaron mucho más. El año pasado hubo 49 torneos y 691 designaciones. Mi sensación es que pese a la alta exigencia de los torneos y a ser una actividad ad honorem el nivel de compromiso es alto. También ví que se unificaron criterios. Me gustaría mejorar las condiciones para el árbitro.

–¿Cómo ven al arbitraje argentino a nivel mundial?

–Muy bien. Junto con Australia, el arbitraje argentino está entre los mejores del mundo.

–¿En qué momento de tu carrera estás?

–Hasta los Juegos de Río soy árbitro en actividad y no puedo hacer otra cosa. Después, es probable que comience mi carrera como manager internacional de la FIH. Por otro lado, estoy en la Federación Panamericana donde soy la secretaria del Comité de Arbitraje y también manager.

La tecnología en el deporte
“Con el tiempo te hacés amiga del video ref”

–¿Cómo se tomó la aparición del video ref?

–Cuando salió el video umpire (determinaba si era gol o no) en el 2006 no estaba de acuerdo. Me preocupaba ver si los árbitros estarían psicológicamente preparados para aceptar el error de un par que estaba sentado arriba y recuperarse de eso mismo durante el partido. Tenía que ver con la psicología del deporte. En verdad uno quiere la mayor cantidad de decisiones correctas para un partido y por eso con el tiempo te hacés amiga del video ref.

–¿Costó asimilar el error?

–Cuando un árbitro tiene muchos video ref negativos en un partido su nivel de credibilidad y autoestima baja y eso juega en la cabeza. Pero hay gente que le afecta más que a otra. Por ejemplo, por un tema cultural, a los asiáticos no les repercute. Es más, creo que ni siquiera lo registran. Nosotros somos más autocríticos.

–¿Aún se puede pulir?

–Dirigí el Champions Trophy de 2010 cuando se instaló el video ref y nadie sabía cómo usarlo. Era todo medio descontrolado. Seis años después lo único que no se puede mejorar es el tiempo de demora en la respuesta. Para darle más agilidad y vender mejor el deporte yo pondría un tiempo y si en ese lapso no se puede ver, mantener la decisión. Como ocurre en el rugby. Hoy el promedio es de 85 segundos y eso es mucho.

Las normas, un hábito de vida

Experiencia. “Arbitré dos finales olímpicas (Atenas 2004 y Beijing 2008) y dos finales mundiales (Perth 2002 y Madrid 2006). No lo cuento con arrogancia sino para decir que me fue muy difícil mantener la motivación cuando logras todo lo que deseas antes de tiempo”.

¿Argentina o Iparraguirre? “No te voy a mentir, al país le sirve que Argentina juegue la final, pero uno hace su propio torneo. Si Argentina no juega la final quiero dirigir, es obvio que no me da igual”.

Volante. “Jugaba de 5 en YPF, que queda en Núñez y cerró en 1998. Lo hacía en Intermedia y era una jugadora muy perseverante y capitana durante mucho tiempo. Estuve tres años sin faltar a entrenar pero no mejoraba, solo mantenía mi regularidad. Lo mejor que me dejó el club es que de allí salieron mis mejores amigas. Todas estaban en Primera menos yo”.

Abogada. “Está claro que amo las normas y las reglas. Me considero una persona flexible en algunas cosas pero no con estas. No admito lo que está fuera de regla. No fue una coincidencia esta elección profesional”.

Ser árbitro. “Es una forma de vivir. Se ve el juego desde un lugar relevante y tratamos de ser lo más justos posible. Es un desafío cada partido. Es una pasión pese a que para muchos suene fuerte”.