Crónicas Arkinas: ARQUITECTURA-BANCO NACIÓN, EMOTIVO EMPATE

VOLVIERON LAS CRÓNICAS ARKINAS, POR LA PRESIÓN DEL ENTORNO   (Por Hugo Tajes)

arqbacoReunión convocada de urgencia. Presente todo el staff de la página. Desde el rígido jefe hasta el cronista estrella, todos me impusieron la realización de una nueva crónica. “Desde este fin de semana, hacés las crónicas todos los sábados”, sentenciaron mis compañeros. La reunión fue en una conocida pizzería de Palermo, por lo que abandoné el sandwichito después del partido, pero mis severos compañeros mostraron su rigurosidad aún en la comida, condenándome al hambre nocturno.

“Y ahora además, comés una sola porción de pizza”, ordenaron.

Así que aquí está este humilde escriba, volviendo a sus crónicas, hambriento y presionado.

Diremos que el partido entre Arquitectura y Banco Nación, tuvo dos etapas completamente diferentes. Parecieron dos partidos distintos. En el primer tiempo Banco Nación construyó su juego basado en una ruta de pases que se generaba en defensa, se armaba en mediocampo y llegaba al área rival. Los pases rápidos de la visita y la falta de coordinación en la presión Arkina, contribuyeron a la fluidez de estas acciones.

No debe soslayarse el hecho de que a los 34 segundos, insólitamente, Banco Nación abrió el marcador. Salida desde el medio, pasaje directo hasta el área de las locales y gol. De no creer.

El cimbronazo permitió a las visitantes afianzarse en su juego,  lo que posibilitó que a los 9 minutos pudieran aumentar el marcador. Con el dos a cero y la tónica del juego, dió la impresión que el partido estaba cerrado.

El entretiempo sirvió para que las locales trataran de acomodarse y que las visitantes quisieran conservar lo realizado en el primer tiempo. Sirvió también para que este  abnegado escriba tomara un pequeño tentempié con la ilusión de degustar suculentas pizzas en la reunión de staff que, como contábamos en el inicio de la nota, finalmente se resumió a una única triste porción de muzzarella.

De ese modo volvimos todos al segundo tiempo: Hambrientos. Arquitectura con hambre de gol para empatar el juego, Banco Nación con hambre de victoria y yo directamente con hambre de comida.

El segundo período fue todo de las de Agronomía, presionaron, lograron las recuperaciones altas que en el primer tiempo no habían existido, duplicaron las penetraciones y las de Tigre,  prácticamente, no volvieron a pasar la mitad de cancha. No extrañó que llegara primero el descuento y luego el empate. En ese momento el partido estaba para el triunfo de Arquitectura. Las Arkinas no llegaron a la puntada final para darlo vuelta, por lo que el resultado final de empate terminó dejando conformes a los dos equipos.

Con los primeros albores del crepúsculo, los teams se dirigieron al descanso y  luego a las delicias del tercer tiempo, mientras este obediente columnista partía inocentemente  hacia la truncada cena, organizada por el insensible jefe.