Fuente: Belgrano Hockey
El último sábado, la línea “A” de Belgrano recibía a River en Pinazo. Es sabido que el mítico Cachito Vigil dirige el Plantel Superior del club de Nuñez. Lo que no es tan conocido que también dirige… la 9na división. Hasta ahí, estaría dentro de las posibilidades y no hay mucho para agregar. Pero lo interesante es “cómo” Cacho encara esta responsabilidad. Claramente, no lo hace como un trabajo, sino que lo hace… como una pasión.
Desde que arrancó la mañana, Cachito empezó a generar distintos hechos que marcaron que no sería una mañana más para nuestra 9na y su entrenadora, Luli Parajuá. Desde proponer que los equipos entren a la cancha como lo hacen las jugadoras en partidos internacionales: en fila y al terminar la entrada, saludarse. Y después, en el partido, aprenderse los nombres de las jugadoras de Belgrano y estimularlas y enseñándoles en cada oportunidad. Como ejemplo, ante una explicación dada por la entrenadora de Belgrano sobre un gesto técnico de quite, Cachito profundizó la explicación y propuso “si una jugadora de un equipo hace este gesto técnico durante el partido, 5 estrellitas para ese equipo y… penal australiano”. Ya ver las caritas de las nenas ante esa “propuesta”, valía la mañana. Finalmente, llego el momento en que ese gesto tuvo acción en el partido y lo hizo una jugadora de Belgrano (Cata Sendón). Entonces, Cachito valoró lo hecho por la jugadora de Belgrano y marcó penal australiano. “Si es gol, festejamos todos y si es atajado, … también”. La anécdota: fue gol, festejos … y la entrenadora de Belgrano, Luli, corriendo para alentar a la nena de River, que en su carita mostraba “que le habían hecho un gol”. Todos “sumando”, todos festejando, todos aprendiendo. Eso fue lo que generó Cachito, un grande.
Cuando alguien ama lo que hace, todo fluye. Cuando alguien quiere profundamente que el hockey argentino crezca y lo muestra “en acto”, el mensaje toma una fuerza incontenible. Eso es lo que transmite Cachito. Y eso hace que se produzcan hechos inolvidables como el de este sábado. Cachito nos mostró, con hechos concretos, que la competitividad y los valores pueden caminar por la misma vereda. Simplemente, gracias.
